Ficha de Lala

Lala es una chica demasiado simpática, muy divertida y algo tonta, ella siempre esta alegre no importa lo que pase ella siempre tendrá en una sonrisa en sus rostro. Se emociona algo rápido por cualquier cosa solo porque "Le gusta". Tiene un carácter demasiadamente infantil. Ella es muy cariñosa y generosa. Ella es muy ingenua sobre la cultura de los países y con frecuencia comete errores muy peligrosos. Lala puede parecer una chica demasiado tonta pero en realidad no es tan inmadura como ella da la imagen de ser. Rara vez se ha molestado o enojado ya que siempre está feliz. A Lala no le importa mucho que piense los demás de ella, ya que ella solo es como le gusta ser. Siempre está inventando cosas para ayudar a los demás, a pesar de ser una chica que aparenta su “tontera” todas sus acciones tienen una finalidad que aunque ella no lo exprese a todo el mundo, o no lo hace notar, siempre es con buenas intenciones.

Es una adolescente de 1,65 mts y tiene el pelo largo rosa chicle, ojos verde esmeralda, curvilínea y con frecuencia se refiere a la figura tan perfecta. Generalmente usa un traje que podríamos llamarlo de cosplay , pero en verdad es un invento creado por ella denominado “Peke”. Para acercarse más a la gente y que no les pareciera rara la forma en como ella se vestía, configuró al pequeño robot con una gran cantidad de vestuarios, los cuales sumados con la gran cantidad de ropa que compra en las diversas tiendas del país y los regalos de sus amigas, podríamos decir que tiene una selección bastante más amplia de lo que uno podría imaginarse.

Lala había despertado más temprano que de costumbre ese día, ya que a sus hermanas pequeñas les había interesado comprar el famosísimo juego de Sword Art Online, que prometía causar furor a todo aquel que lo jugará. Se bañó como lo hacía todas las mañanas y bajó a la cocina para ir a comprar los ingredientes necesarios para preparar el desayuno. Cuando llegó a la cocina, y buscó los implementos se dio cuenta de que no había todo lo requerido para así alimentar a la familia, bueno en este caso a las dos hermanas menores, ya que sus padres habían salido fuera del país y tenía ella que hacerse cargo de las dos menores. Caminó hacia la puerta y dijo en voz alto que iba a salir un momento a hacer la compra, pero en el camino al almacén se dio cuenta de las grandes filas en todas las tiendas de videojuegos por la venta, así que decidió meterse en la fila más pequeña para comprar una versión a escondidas de sus hermanas. Ella siempre había criticado a este tipo de juegos, porque no los encontraba excitantes, no era lo mismo que jugar en la consola un videojuego de peleas, donde puedes ver la reacción del otro jugador, acá estabas frente a una pantalla, pero en fin, a sus hermanas les interesaba este tipo de actividades y ella no se quedaría con los brazos cruzados, la verdad, la curiosidad le consumía.
Cuando al fin pudo conseguir una de las pocas copias que salieron al mercado ese día llegó a su casa con la compra incluida, pero nadie respondió a su “ya volví” en un tono alto, dejó la compra encima de una mesa y se acercó a su habitación para colocar aquel disco de juego en la torre. El único problema ahora era conseguir el aparatito ese que se ponían las personas en la cabeza, denominado, NervGear, por lo que se acercó a la pieza de su hermana para preguntarle dónde lo vendían, pero nadie respondió por lo que abrió la puerta sin pensarlo, y la vió recostada en la cama con el NervGear puesto. Empezó a urgetear en los armarios de la habitación de aquella chica y encontró lo que parecería una versión antigua del aparato, por lo que lo tomó prestado y se dirigió hacia su habitación. Al ponérselo, le pidió una configuración de datos, tanto de estatura, peso, medidas corporales, etc; una vez terminado con todo aquello se recostó y se conectó al juego.