Caracoles para Llevar - Segundo intento[Post único]

De mis ojos brotaban lagrimas desconsoladas… tenía miedo… no quería morir…

[Varías horas antes]

Decidí volver a repetir aquella misión de la cocinera. Aquella mañana me había preparado concienzudamente cada objeto en mi inventarío, en esta ocasión no perdería la tarde ni tenía intención de fallar… me había jurado a mí misma no volver hasta que en mi bolsa tuviera esos caracoles para aquella chef.

Mi plan de viaje sería el mismo que el anterior, tomaría uno de aquellos carros de comerciantes para ahorrar algo del camino y pasármelas charlando con el conductor - ¿E-enserio?! ¡Yoshi quiere probar comida de ese restaurante! ¡A Yoshi también le encanta el tonkatsu~! ¡Hahaha! – El tema de conversación solía ser frecuentemente la comida, era lo que más me gustaba usar para relacionarme con la gente. - Oh~ Yoshi muchas veces poner huevo encima de tostada~ Otras poner tortilla o salchichas~ ¡Estar muy rico! – El viaje se haría ameno, llevadero para ambos pues la conversación trataba de alimentos, sus semejanzas a ciertas estatuas y hasta hablábamos lo pesadas, a la par de encantadoras, que podían ser las abuelitas.

Mi mano se despedía de aquella persona mientras mi voz se alzaba en agradecimiento por el viaje. Ahora volvía a estar en frente de aquel inmenso lago a la lejanía, brillante al reflejo del sol, él cual sería mi objetivo de hoy.
Reconocía aquel riachuelo, incluso podría arriesgarme decir que aquel pescado me estaría esperando de nuevo para que lo persiguiera - Lo siento, señor pez… Yoshi hoy no poder jugar… – Mi voz se dirigía a aquel flujo de agua que daba por hecho que contenía a aquel pescadito. Pero en esta ocasión no tomaría tal distracción, hoy estaba determinada a hacer aquella misión sin distracciones. Bajaría entonces siguiendo el río abajo.

No tardaría demasiado en llegar a las orillas de aquel lago, ese enorme paisaje que deslumbraba por su inmensa superficie acuosa. - ¡Waaah! ¡Qué grande! ¡S-seguro que tener un pez enorme dentro del agua! – Mi mente fantaseaba con peces abismales nadando en lo profundo del lago, con increíbles sabores por degustar una vez cocinados.

Aunque el asombro me robó el suficiente tiempo como para hacerme sentir culpable, no decaería mi ánimo del día - Un caracol se balanceaba sobre la tela de una araña~♪ Como veía que no se caía, Yoshi se fue a buscar a otro caracol~ – Canturreaba mientras buscaba en la orilla descalza aquellos pequeños seres sincronizando la letra con la cantidad de caracoles recogidos - ¡Ahahaha! ¡Mete los ojitos cuando Yoshi tocar! ¡Hahaha~! Que mono~♥ – Ya tenía aquellos ocho caracoles exigidos y para entonces mi rostro denotaba tal cantidad de confianza que podría parecer una linterna de la luz que irradiaba con mi felicidad.

Quizás olvidaba siempre el porque de las recompensas en las misiones… estas estaban para ser algún obstáculo en la aventura para darte una recompensa. ¿Cuál sería entonces el problema de aquel día? - ¿H-hola…? – No me había percatado que en las áreas contiguas del lago surgían lobos que custodiarían parte de los alrededores del lago.

- Q-quizás no ser malos… – Me inspiraban cierto temor… el aspecto intimidante de aquellas criaturas temorizaban mi pequeña figura, pero intentaba ser valiente con lo que sujetaba con firmeza la cinta de mi pecho donde colgaba mi bolsa de objetos.

Sin embargo cuando comenzaba a salir de aquel lugar tras recoger mis cosas, note como aquella figura peluda dejaba su rumbo inconcreto para fijarse en mi presencia. Mi rostro se volvió ligeramente pálido y tembloroso, a la vez que mis manos lentamente alzaban la ya desenvainada espada que había portado en mis numerosas aventuras - Y-Yoshi advierte… q-que ser muy fuerte… – La hoja temblaban de una forma irreal, apuntando el desafiante lobo que parecía observar el pánico en mis ojos.

Fue algo muy rápido… lo suficiente como para no haberme percatado el ardor de mis brazos ser mordidos por aquella bestia… mi espada distante a causa de la caída se convirtió en un objeto más del escenario… la bolsita de caracoles que colgaba de una fina cuerda había caído también de entre mis pertenencias - ¡No! ¡Suéltame! – Había saltado rápidamente encima de mí, tirándome al suelo en un placaje e inmovilizándome entre mordiscos… yo solamente podía intentar protegerme con mis brazos mientras observaba como mi barra de vida bajaba lentamente hasta adquirir esos colores rojizos - ¡P-por favor! ¡Suelta! – De mis ojos brotaban lagrimas desconsoladas, mi mano libre buscaba desesperadamente algo con lo que protegerme, nada era lo que podría servirme - ¡N-no! ¡Duele! ¡Suelta! – Busque en mi inventario cualquier cosa que me sirviera para golpearlo… pero aquel frasco de cristal no le había causado daño alguno.

Tenía miedo… sentía dolor… no sabía que hacer…

Spoiler:

- ”Nunca dejes de dar tu mejor esfuerzo y ya veras como llegaras muy lejos” -

Resonaba una voz en mi interior, una voz conocida y reciente que me haría despertar de mi pánico.

- ¿S-señor héroe? – Aquella voz era la del aquel comerciante que me había vendido esa pequeña poción de recuperación y que al observarla me haría recobrar el valor.

Esquive una de las acometidas de aquellos enormes dientes rodando… alzándome con los ojos vidriosos dudaba de si huir ahora…

- "Parece que has tenido grandes momentos aquí, pequeña" –

- "Eres una buena niña Yoshi, estoy segura que tus palabras siempre llegarán a la gente." -

Mi mente volvía a recordar algunas voces. Aquel suceso en el que me había encontrado con un par de jugadores que me habían hecho sentir orgullosa de lo que era.
- Y-Yoshi no puede huir… – Intentaba retener mi llanto para poder visualizar bien aquella bestia aproximarse a mí con posibles intenciones agresivas. Mis piernas aún temblaban por lo sucedido y mis brazos se sentían débiles.

- “El puente de Londres se está cayendo, está cayendo, está cayendo, el puente de Londres se está cayendo, mi hermosa dama” -

Una cancioncilla sonaba de mi cabeza. Fue durante mi primera misión, quizás la única que había logrado terminar exitosamente… no recuerdo la totalidad de aquel día, pero sí mantenía latente la tranquila sensación al escuchar aquella canción al ser cantada… nunca le llegue a decir lo bien que había cantado.

Mis lagrimas dejaron de deslizarse por mi rostro, mi vista, aunque nublada, me permitiría esquivar a mi enemigo para dirigirme corriendo hasta mi espada y portarla de nuevo entre mis manos. Mi vida aún parpadeaba con un color amarillento, poseía una cantidad aceptable de HP gracias al intentar usar la poción como arma para quitarme a aquel lobo de encima, pues con el golpe su contenido sería echado sobre mí.

- "Atacar con una pose de guerrero creo que sería la manera correcta de decirlo" -

Como si de aquella persona, que me había intentado enseñar a usar la espada, ahí mismo estuviera me hizo posicionarme lo más correctamente posible. Notaba un tipo de sensación extraña que por aquel entonces creo que intentaba explicarme… mi espada brillaba y mi cuerpo se sentía raro.

- "Quiero que me prometas que cumplirás tu cometido y que, al igual que has hecho hoy conmigo también les ayudaras a esas personas. Así como yo me haré fuerte por ti y por mí." –

Una última voz surgía en mi interior para cuando mis brazos comenzaban a moverse a cámara lenta hacia mi agresor. Notaba como una línea luminosa se formaba a lo largo del recorrido de mi brillante hoja - ¡Y-Yoshi no perderá! ¡Yaaaah! –

No quería morir… me negaba en lo profundo de mi ser morir… Había tantas cosas que debía hacer aún, tantas personas que quería volver a ver, tanto por lo que esforzarme…

- U-ugh… – Todo fue muy rápido, mi atacante desapareció en un haz de luz a mis espaldas pero yo no podría verlo entre las nuevas lagrimas que surgían de mis ojos - ¡Y-Yoshi…! Snif.. ¡Yoshi ser la mejor! Snif… – Intentaba retener las lagrimas con las manos, secarlas con los brazos o con las mangas de mi ropa, pero no había una forma humana de detenerlas.

Era una sensación extraña… me sentía feliz, pero aún conservaba el miedo en mis pieles… quería bailar pero mis piernas temblaban por la conmoción… deseaba abrazar algo con lo que festejar mi éxito pero el dolor de mis brazos no me dejarían hacerlo por algo de tiempo. Simplemente tomaría todas mis pertenencias caidas y retornaría el camino de vuelta despues de limpiar mi rostro como hubiese podido.

Posiblemente no contaría aquella hazaña a nadie… pero lo guardaría cariñosamente en mi corazón como el día en que mis sentimientos por mis conocidos superarían mis temores hasta darme la fuerza de superarme. Sería posiblemente mi secreto para no preocupar a aquellas personas, pero se lo agradecería enormemente en mis interiores.

Aquel día volvería de mi misión como si nada hubiese ocurrido, contaría mis experiencias como con el viaje en el carro, haberme enfrentado a los “malvados” caracoles y como salude al señor pescadito… pero la experiencia quedaría grabada en lo más profundo de mi ser como una lección de la vida... una cariñosa lección de la vida.


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Usos: Elixir {Defensa Menor} x1