Una reunión poco común...

¿Por qué realmente estoy aquí, sentado esperando a que cierta persona apareciera? Esto realmente era un hecho extraño, generado por una persona que no conozco, yo un "aloner", tener una reunión con una persona que sería interesante para mí, ¿Acaso esa persona sería el Game Master del juego? O capaz vendría a ser una persona con ciertos datos muy importantes y secretos, como todos aquellas nuevas cosas que se fueron implementando, luego de la Alpha y Beta testing. Realmente me incomodaba mucho esto, tener que esperar sentado en un restaurante, sin siquiera saber nada de la persona que vendría; pude haber creado muchas cosas en este tiempo de perdida total, desde seguir subiendo de nivel, hasta conseguir mejores armas, o al fin poder ubicar bien mis stats para en un futuro usar el estilo de ataque que quiero; pero no, yo aquí tomando un te mientras esperaba a la persona que tenía que ver, al menos espero que sea una chica.
Aún sigo sin entender porque estoy haciéndole caso a esa carta, cuando desperté luego de una profunda noche, decidí salir rápidamente de la posada donde dormía, pero luego de depositar el dinero por la noche pasada, se me entregó una carta; era algo raro, pero mi curiosidad pedía más que todo leerla a ver que era, y solo decía que vaya al restaurante, sentándome en la mesa de atrás a la izquierda, allí debía esperar y/o encontrarme a alguien que sería de mi total agrado. Era más fácil que si alguien quería hacer negocio, esperarme en el hall del lugar y empezar.
Faltaban aún 10 minutos y recién llegó mi té, como era de mi costumbre, siempre prefería llegar más temprano de lo anormal, no iba a ser que llegue tarde, no me importaba igual mucho, pero si esta persona era una dama, nunca se la debería hacer esperar.

Por alguna extraña razón esa mañana no se encontraba de buen humor. Tal vez era por el cansancio de haber entrenado el día anterior, o simplemente el hecho de estar encerrada en aquel juego la irritaba. Desplegó nuevamente el menú para releer el mensaje que le había llegado a altas horas de la madrugada, lo cual solo consiguió irritarla más. Sin ánimos, bajó las escaleras de la posada en la que se había refugiado esa noche, terminando de pagarle al encargado alejándose a paso lento y suave -Tsk… Hacerme perder el tiempo e--en tonterías- Refunfuñaba mientras se dirigía a un desconocido restaurante de la ciudad de los inicios.

A unos pasos antes de llegar logró divisar la figura de un hombre con aspecto de adulto y cabello castaño. Sí, sin duda era él. Calzaba perfectamente con la descripción del mensaje, no podía estar equivocaba ¿verdad?
Aceleró el paso hasta dar con la mesa en la que el pelicastaño se encontraba, golpeándola con ambas manos.

-¡Tú! - Gritó con fuerza, mientras se aproximaba hacia el contrario de una manera un tanto agresiva, apoyando ambas manos sobre la mesa – ¡¿Se puede saber qué clase de mensaje es ese?!