[Solo] Hierbas Medicinales

Era mi segundo día en SAO, luego de recibir aquella noticia que marco la vida de muchos, decidí aceptar la realidad y encontrar una manera de sobrevivir, de superar mis miedos y salir de lío en el que me encontraba, me encontraba nervioso, un poco desesperado y un tanto preocupado, había una revolución de sentimientos en mi interior que me tenían turbado y hacían darle vueltas a mi pequeña cabeza, sin embargo mi carácter despreocupado y mi adicción por los videojuegos me hicieron olvidar por un segundo la cruel situación en la que muchos se encontraban, corrí al tablón mas cercano que me encontré en la ciudad y comencé con la primera misión, miraba todas y cada una de ellas me parecían todas muy interesantes, pero no estaban a mi nivel, necesitaba una apropiada para mi ya que recién comenzaba el juego, en eso me tope con una, se trataba de recoger hierbas no perecía ser tan difícil y tenia un pago no tan agradable pero si bueno para comenzar la aventura por lo bosques y tener un mejor conocimiento de la zona, por la cual andaba, habiendo tomado la misión fui hacia el portal y enseguida me dirigí hacia Torubana ya que la misión debía hacerse en aquel lugar, caminaba lentamente mientras miraba a la gente pasar, al menos me fije que no era el único en tratar de superar su miedo y seguir adelante, "conozco la derrota, conozco la victoria y no tengo nada a que temer" pasaba en mi mente tales palabras que reconfortaban mi alma que se encontraba perdida en un dilema sin final.

Llegue en la entrada de aquel bosque, el aire que provenía de el era fresco, sus hojas destilaban vida y los frondosos arboles regalaban tranquilidad a quien pasara por el lugar, para ser un juego estaba bien hecho tanto que se asemejaba a la realidad o de sacado de alguna historia de fantasías, la brisa acariciaba mi rostro y todo mi cuerpo, aspirando todo aquel oxigeno puse un pie por delante y me adentre a lo profundo del bosque, sin decir ninguna palabra me paseaba por las ramas de los arboles y miraba a los pequeños roedores que se atravesaban por mi camino, -Oh un gran jabalí- mencione mientras con una navaja en la mano me lance desde aquella rama cayendo sobre el y dejándolo inmovilizado de manera instantánea, -Esto podría servir para la cena- dije mientras guardaba los items en mi inventorio, seguía con la búsqueda de aquellas plantas llevaba una cinco, pero luego el drop comenzó a aumentar y se me hacia cada vez mas difícil de encontrar y tendría que introducirme aun mas dentro de aquel bosque.

El sol se encontraba casi sobre mi, ya era mediodía y mi estomago comenzaba rugir, así que busque la copa mas grande del árbol mas grande me senté y comencé a ingerir mis alimentos poco a poco disfrutando el sabor de aquel pan que se derretía en mi paladar, un sabor dulce que invadía las paredes de mi boca dejando un agradable saber a fresas, como si fuese un caramelo del mismo sabor, luego de disfrutar y quedar completamente satisfecho sentí las ganas de dormir y sin pensarlo dos veces me recosté sobre el pasto y dormí, no se cuanto tiempo paso pero de repente sentí como si algo lamiara mis mejillas, cuando abrí los ojos una pequeña ardilla comía los restos de pan que quedaron en mi boca -¡Wuah! Me quede dormido!- dije asustado, al mirar mi alrededor me fije que ya estaba oscureciendo y aun no acababa la misión, "¡Dios me ha llevado todo el día una sola misión! ¡Que patético!" pensé, me puse de pie y continué recolectando las hierbas ya me faltaban pocas solamente necesitaba dos mas para concluir la misión y buscar un lugar para pasar la noche.

"Pronto se pondrá oscuro debería dejar la misión y seguir mañana" pasaba por mi mente, sin embargo no quería hacerlo, sabia que si oscurecía podrían atacarme animales salvajes, sin embargo ignore las consecuencias y seguí buscando hasta encontrar la ultima llegando exactamente al centro del bosque lejos de la ciudad o de algún otro jugador, la luz de la hermosa luna era la única que me acompañaba, de repente escuche el movimiento de unos arbustos, mire hacia los lados y trate de contar cuantos eran, parecían ser animales inofensivos, eran seis pero no debía bajar la guardia, quería rodearme y sin detener el paso continuaba caminando como si no me hubiese percatado mientras silbaba una canción para llamar su atención, el lugar se hacia mas oscuro, no miraba la salida tal vez me tendieron una trampa y sin darme cuenta caí en ella, pero era imposible que unos simples animales lo hicieran, seguí caminando de la manera mas tranquila, cuando de repente a mis espalda se hecho a correr uno, acercándose a gran velocidad, oí el trote de sus patas entonces deduje que eran jabalís, no podía ser otro animal, estaba cerca tan cerca de arrollarme que parecía como si no le pudiera esquivar, tome mi espada con la mano izquierda desvainandola con la derecha y son darle tiempo de retroceder o huir, corte los lomos de este haciéndole una herida que acabara con el de una sola vez, pero no sabia que el problema iba a ir aumentando de gran manera.

-Oh! Me olvide de ustedes!-
Dije, mientras el resto de la manada se acercaba a mi, gruñendo y rascando el suelo con sus pesuñas, preparándose para darme una gran envestida, para ser animales tenían buen instinto atacarme en equipo era buena idea, pero no para atacar a un humano, esquivando cada uno de sus ataques fue cortándolos rápidamente, sin embargo el olor de la sangre y de su carne fresca hizo que atrajeran a animales aun mas feroces, si, los lobos estaba felizmente recogiendo la carne para tener luego un buen banquete o venderla a algún comerciante o pedir a cambio algo de comida, cuando sentí una presencia aun mas fría, hambrienta de carne y de alimento, -Imposible! No pueden haber lobos por aquí!- dije mientras, tomando mis cosas salí corriendo, pero mi velocidad no se puede comparar a la de ellos, enseguida me alcanzaron y me mostraban sus filosos dientes y sus ojos rojos sedientos de sangre, sin alguna escapatoria subí al árbol mas cercano y me fui pasando de rama en rama pero esos animales no se daban por vencido seguí mi ritmo a pesar de estar por encima de ellos, como era de esperar de unos expertos cazadores, para mi suerte a un kilómetro se encontraba la salida, así que apresure el paso y casi llegando me baje o corte el tronco de un gran árbol tapando el camino de la manada que me seguir para conseguir algo de tiempo, -¿Habra funcionado?- dije con una voz agitada mientras miraba hacia atrás, mi estrategia consiguió algo de tiempo pero sin embargo por ser animales rápidos e inteligentes cruzaron por encima del tronco y seguían la persecución, la salida estaba aun mas cerca y al ver la luz ellos se cesaron, y ladraban sin parar -Ah! Lo logre! jeje- estaba tan agitado que no podía ni hablar, "al menos logre completar mi misión y no ser devorado por lobos ni jabalís vaya suerte" pensaba mientras me recuperaba del mal día el cual tuve.