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•Hora del té• {Priv.Kirinya}
HORA DEL TÉ
«Querida Ganga la Manta:
Hace mucho tiempo que no te escribía nada... A veces, realmente me pregunto como nos conocimos. ¿Lo recuerdas tú? En mi mente, es un recuerdo confuso... Creo que fue la noche en la que mojé la cama, cuando estaba triste, tú me arropaste. ¡Muchas gracias! Ahora estoy de expedición por Mercurio, pero te prometo que cuando vuelva, haremos una de nuestras grandiosas horas del té. Ya me ha dicho Kuroi que querías saber más de la cultura de los extraterrestres de por aquí, por eso mismo, quiero organizar una fiesta para que todos los muñecos nos conozcamos. ¡Seguramente vendrán muchos juguetes enviados por Dios para que disfrutemos con ellos!
Con amor, Midori.»
¡Manos a la obra! Todo el ambiente parecía agitado. La pequeña de cabellos azulados lo interpretaba como que estaban emocionados por la gran fiesta del té que iba a organizar en un restaurante de la Ciudad de los Inicios... Sin embargo, la realidad era otra muy diferente. El caso era que aquella mañana, los jugadores que llevaban más tiempo residiendo allí, irían junto a uno de los avanzados a aprender a manejar el arma que llevaban. Sin embargo, a ojos de la menor, estaban ansiosos por guardar un sitio en su reunión magistral. Una sonrisilla felina bailaba en sus labios mientras en un papel, escribía lo que sería la lista de todo lo que precisaría. En primer lugar, creó un enorme cartel en que ponía "Fiesta Increíblemente Increíble". Seguro que con eso, todos los muñecos acudían impacientes. La muchacha recordó como el día anterior, un hombre joven sollozaba en una esquina de un callejón. Midori se había acercado para pedirle que jugaran con la espada, pero aquel chico empezó a contarle el pavor que sentía hacia la muerte. La menor, tan solo había callado, dejando que su marioneta hablara.—"Eres una mera marioneta, tu destino es ser desmembrado y morir."
Aquel juguete había gritado de forma muy poco agradable y bonita... Y por eso mismo, Midori había dado media vuelta y había abandonado el lugar saltando alegremente. No comprendía la forma de pensar de aquellos extraterrestres... No parecían en absoluto predispuestos a vivir aventuras. Ella siempre debía de dar el pequeño empujón para que vivieran riesgos y peligros. En aquellos momentos en los que colgaba el cartel en el tablón de anuncios, canturreaba de forma infantil, haciendo que algunos jugadores se acercaran a ella para ver que estaba colgando... Aunque la pequeña fue descuidada, y por ende, lo puso al lado del papel donde estaba escrito el cursillo de autodefensa fundamental. La fiesta de la niña fue ignorada por la masa, pero la peliazul pensaba que lo que les emocionaba era la reunión que organizaba. Con alegría, se dirigió derecha al restaurante más caro de toda la Ciudad de los Inicios. ¡Estaba tan contenta de que al fin pudiera tomar un té como Dios mandaba! Pidió la mesa más grande todas, que constaba de once asientos alrededor de una larga de las mismas. La chica se sentó en el que ocupaba la cabecera, como buena anfitriona que era.
Cerró los párpados a medida que los minutos pasaban... ¿Por qué nadie iba?—Basura, basura, no saben apreciar la buena calidad♥.—Trataba de animarla la blanca marioneta, mientras lágrimas de rabia empezaban a resbalar por sus mejillas. Sin embargo, una tenebrosa sonrisa estaba instalada en sus labios.—A los muñecos malos hay que castigarlos, castigarlos mucho, ¿no Kuroi?—El conejo blanco asintió conforme riendo con sutiles carcajadas. Cuando Midori había perdido la esperanza, escuchó el ruido de la puerta... Abrió los párpados con alegría, al ver a una muchacha rubia entrar en el establecimiento. La muchacha se enjuagó las lágrimas con el dorso de la mano, y se puso en pie de un salto.—¡Bienvenida muñeca!—Dijo acercándose a la jugadora aunque no sabía si venía por la fiesta. La cogió por el brazo, y la obligó a sentarse a la mesa.—Bienvenida, bienvenida♥.—La recibió Kuroi con ánimos.—¡Da por comenzada la primera fiesta del té de este grandioso mundo!—Canturreó Midori, sentándose justo al lado de la chica desconocida.
Hace mucho tiempo que no te escribía nada... A veces, realmente me pregunto como nos conocimos. ¿Lo recuerdas tú? En mi mente, es un recuerdo confuso... Creo que fue la noche en la que mojé la cama, cuando estaba triste, tú me arropaste. ¡Muchas gracias! Ahora estoy de expedición por Mercurio, pero te prometo que cuando vuelva, haremos una de nuestras grandiosas horas del té. Ya me ha dicho Kuroi que querías saber más de la cultura de los extraterrestres de por aquí, por eso mismo, quiero organizar una fiesta para que todos los muñecos nos conozcamos. ¡Seguramente vendrán muchos juguetes enviados por Dios para que disfrutemos con ellos!
Con amor, Midori.»
Fragmento de las misivas de Midori, tratado uno: Oda a mis peluches.
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¡Manos a la obra! Todo el ambiente parecía agitado. La pequeña de cabellos azulados lo interpretaba como que estaban emocionados por la gran fiesta del té que iba a organizar en un restaurante de la Ciudad de los Inicios... Sin embargo, la realidad era otra muy diferente. El caso era que aquella mañana, los jugadores que llevaban más tiempo residiendo allí, irían junto a uno de los avanzados a aprender a manejar el arma que llevaban. Sin embargo, a ojos de la menor, estaban ansiosos por guardar un sitio en su reunión magistral. Una sonrisilla felina bailaba en sus labios mientras en un papel, escribía lo que sería la lista de todo lo que precisaría. En primer lugar, creó un enorme cartel en que ponía "Fiesta Increíblemente Increíble". Seguro que con eso, todos los muñecos acudían impacientes. La muchacha recordó como el día anterior, un hombre joven sollozaba en una esquina de un callejón. Midori se había acercado para pedirle que jugaran con la espada, pero aquel chico empezó a contarle el pavor que sentía hacia la muerte. La menor, tan solo había callado, dejando que su marioneta hablara.—"Eres una mera marioneta, tu destino es ser desmembrado y morir."
Aquel juguete había gritado de forma muy poco agradable y bonita... Y por eso mismo, Midori había dado media vuelta y había abandonado el lugar saltando alegremente. No comprendía la forma de pensar de aquellos extraterrestres... No parecían en absoluto predispuestos a vivir aventuras. Ella siempre debía de dar el pequeño empujón para que vivieran riesgos y peligros. En aquellos momentos en los que colgaba el cartel en el tablón de anuncios, canturreaba de forma infantil, haciendo que algunos jugadores se acercaran a ella para ver que estaba colgando... Aunque la pequeña fue descuidada, y por ende, lo puso al lado del papel donde estaba escrito el cursillo de autodefensa fundamental. La fiesta de la niña fue ignorada por la masa, pero la peliazul pensaba que lo que les emocionaba era la reunión que organizaba. Con alegría, se dirigió derecha al restaurante más caro de toda la Ciudad de los Inicios. ¡Estaba tan contenta de que al fin pudiera tomar un té como Dios mandaba! Pidió la mesa más grande todas, que constaba de once asientos alrededor de una larga de las mismas. La chica se sentó en el que ocupaba la cabecera, como buena anfitriona que era.
Cerró los párpados a medida que los minutos pasaban... ¿Por qué nadie iba?—Basura, basura, no saben apreciar la buena calidad♥.—Trataba de animarla la blanca marioneta, mientras lágrimas de rabia empezaban a resbalar por sus mejillas. Sin embargo, una tenebrosa sonrisa estaba instalada en sus labios.—A los muñecos malos hay que castigarlos, castigarlos mucho, ¿no Kuroi?—El conejo blanco asintió conforme riendo con sutiles carcajadas. Cuando Midori había perdido la esperanza, escuchó el ruido de la puerta... Abrió los párpados con alegría, al ver a una muchacha rubia entrar en el establecimiento. La muchacha se enjuagó las lágrimas con el dorso de la mano, y se puso en pie de un salto.—¡Bienvenida muñeca!—Dijo acercándose a la jugadora aunque no sabía si venía por la fiesta. La cogió por el brazo, y la obligó a sentarse a la mesa.—Bienvenida, bienvenida♥.—La recibió Kuroi con ánimos.—¡Da por comenzada la primera fiesta del té de este grandioso mundo!—Canturreó Midori, sentándose justo al lado de la chica desconocida.
Midori Usagi- Beast Tamer
- Apodo in Game : Usagi
Nivel : 8
Mensajes : 162
Fecha de inscripción : 07/05/2013
Localización : Detrás de ti ♥
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