•Acción, reacción• [Priv.Konoe Asumi]

La imitación del Sol estaba en lo alto, más sólo emitía un agradable calor que envolvía a los habitantes de este nuevo mundo, acompañado de una igual acogedora brisa. Era un hermoso y cálido día en el paraíso de los pixeles. ¿Paraíso? Sí, al menos para Kuro Usagi lo era, jamás hubiese imaginado que estar encerrada en este juego le ayudaría con su problema para entablar relaciones con las demás personas. En ese mundo, podía actuar como siempre había querido, en este juego podía ser ella misma sin limitaciones ni miedos.

Su faceta de mercenaria la mantenía ocupada la mayor parte del tiempo, y aunque por su apariencia no le encargaban más que trabajos simples, solían realizarlos de la mejor manera posible, siempre alegre y enérgica como acostumbraba ser. Pero aquel día, sus trabajos como tal habían terminado temprano, por lo que caminaba sin destino aparente por la ciudad Torubana.

Era un perfecto día para tomarlo libre y descansar de sus actividades usuales. - Tarara rara ra ra- Tarareaba mientras continuaba su paso por el centro de la ciudad, observando detalladamente a todos los jugadores y npc’s que veía a su alrededor -Uh… ¿Dónde se esconde?- Murmuró, mientras parecía buscar algo con la mirada- Está por aquí, sin duda…- Continuaba con su búsqueda, siendo invadida de a poco por la ansiedad.
Un sonido captó su atención por completo… ¿Sonido? No, parecían ser gritos… Corrió por el lugar, acercándose a paso rápido hacia el origen de éstos, adentrándose hacia el Coliseo de la ciudad mientras escudriñaba con la mirada el lugar. Ahí, en la primera fila se encontraba lo que buscaba.
Una pequeña peliazul, con un particular amigo seguían gritando con más fervor, si bien Kuro Usagi se sorprendió al verles, no tardó en correr al encuentro con estos curiosos pequeños. No quiso interrumpir su divertida actividad, por lo que optó por la otra opción. Se posicionó tras la peliazul, respirando profundamente, para luego gritar a la par de los extraños seres- ¡¿POR QUÉ ESTAMOS GRITANDOO?!-

Miraba detenidamente a la pequeña juntos con su… ¿marioneta parlante? Realmente eran un par dignos de conocer a toda costa. Una delicada y cálida sonrisita escapó de los labios de Kuro Usagi al ver cómo aquel singular dúo discutía entre sí por el motivo de sus gritos. -Haha… ¿Por qué gritaba yo? Bueno…- Sinceramente no tenía razón alguna, sólo quería unírseles en su acto. Pero fue interrumpida antes de poder explicarse, mirando con un aire curioso a la pequeña, que insistía en picar su mejilla incesantemente - ¿C-conejo? A-algo así…Tehee~ no deberías hacer eso, pequeña - Sin duda que esa niña lograba sacar un lado maternal de la Coneja Negra. Un pequeño impulso por protegerla de los peligros de este mundo virtual, acompañado de una enorme curiosidad por el actuar de la pequeña, era lo que la joven de la capucha de conejo lograba despertarle. Debido a eso fue que no opuso resistencia al ser jalada de la muñeca y llevada a recorrer el lugar- Me parece que es utilizado para hacer reuniones entre los más fortachones del juego… Algo así, la verdad lo ignoro, tehee~- Soltó una suave risita, antes de que la explosión de energía que liberaban aquella mini-coneja y su muñeco la hiciera retroceder un par de pasos debido a la sorpresa.
- G-gomen, Midori-chan, pero tus asombrosas historias no han llegado a mis oídos aún- Sonriente, tocó sus orejas falsas, giñándole un ojo a la pequeña en señal de complicidad-Mi nombre es… Lo siento, quise decir que mi Nick es… ¡Kuro Usagi! Yes yes~~. Un gusto conocerlos a ambos –Dijo alegremente, haciendo una reverencia frente a su pequeña acompañante, levantando su cabeza a la brevedad, sin dejar de estar inclinada para quedar a la altura de la joven- Nee, Midori-chan ¿qué te parece si juntas escribimos una historia? Algo así, como una aventura, un juego… - Sus grandes orbes se fijaron en la pequeña, mirándole con una expresión maternal, pero a la vez repleta de un aire totalmente infantil - Después de todo, era a ti a quién estaba buscando con ansias… A ti… Una personita interesante …

Arqueó una ceja frente al comentario de aquella marioneta ¿acaso esa conducta embobada se debía a…? Negó con la cabeza frente aquella imposible opción, ignorando a la marioneta y centrando su atención en las palabras de la muchacha. A pesar de la rudeza y valentía que aparentaba la pequeña coneja, Konoe podía notar que eso representaba su máscara, su escape de la realidad ¿qué es lo que aquella muchachita intentaba ocultar? ¿Qué se escondía bajo esas capas?

Una expresión de sorpresa de dibujó en su rostro al sentir a la pequeña abrazándole de esa manera. Realmente le sorprendía la inocencia y ternura que emanaba aquella joven, no pensaba poder encontrar un espécimen como ella en este juego mortal, después de todo, cualquiera podría aprovecharse de eso ¿no? Una maternal sonrisa se posó en sus labios, mientras rodeaba con ambos brazos a la pequeña-Gusto en conocerte, Midori-chan… Tal vez seamos parientes lejanas, ¿no? – Acomodó su traje mientras una traviesa mueca se apoderaba de ella, a medida que guardaba las distancias con la menor.
-¡Por supuesto que es una promesa! Yo también soy una gran aventurera, y conozco muchos tipos de juegos…- Agregó la pelirosa, aunque la verdad desconocía la mayor parte de los juegos, ya que no interactuó mucho con sus pares cuando era pequeña. Moviendo su cabeza de un lado a otro, mientras sus orejas seguían el vaivén de sus movimientos, Konoe intentaba recordar alguna actividad que pudiese realizar con esta muchacha, pues no pretendía decepcionarla gracias a su aburrida infancia.

Finalmente golpeó la palma de su mano izquierda con el puño de la contraria, en un claro gesto de haber encontrado lo que buscaba-¡Juguemos al escondite! Yes yes!-- Aclaró su voz un momento, intentando mantener la compostura ya que su actitud se volvía cada vez más infantil por cada segundo que permanecía cerca de esta joven- Yo comenzaré contando hasta ¿100? Kuroi y tú pueden esconderse donde gusten, pero no pueden ir más allá del centro de la ciudad ¿sí? Esas son las reglas... ¿Les parece bien, pequeños aventureros?